viernes, 6 de junio de 2014

Cuando ya no este..


En algún momento un médico determinará que mi 

corazón ha dejado de funcionar y que en verdad mi vida 


se ha terminado.


Cuando esto suceda, no traten de revivirme 

artificialmente por medio de aparatos, y dondequiera que 

me encuentre no lo llamen "mi lecho de muerte". 

Llámenlo "mi lecho de vida " y dejen que mi cuerpo vaya 

de allí a ayudar a que otros gocen de una vida plena.

Den mi vista a alguien que nunca haya visto un 

amanecer la cara de un bebé o el amor en los ojos de 

una mujer.

Den mi corazón a alguien a quien el suyo no le haya 


causado más que interminables días de dolor.


Den mi sangre a algún adolescente rescatado de entre 

las ruinas de un automóvil accidentado, para que pueda 

vivir y llegar a gozar del juego de sus nietos.

Den mis riñones a quien dependa de una máquina para 


seguir existiendo semana tras semana.


Tomen mis huesos, todos mis músculos y todas y cada 

una de las fibras y nervios de mi cuerpo y encuentren la 


manera de hacer caminar a un niño lisiado.


Exploren cada rincón de mi cerebro. Si fuera necesario 

tomen todas las células para que algún día un niño 

pueda gritar con la emoción del deporte y una niña sorda 

pueda oír el sonido de la lluvia contra los cristales de la 

ventana.

Cremen lo que quede de mí y echen mis cenizas a los 


cuatro vientos, para ayudar a que crezcan las flores.


Y si tienen la necesidad de enterrar algo, les dejo mis 

defectos, mis debilidades y todos mis perjuicios contra 


mis semejantes.



Mi alma dénsela a Dios.


Y si por casualidad alguien quiere recordarme, hágalo 

con una buena palabra o acción hacia quien lo necesite. 

Si hacen lo que les pido, viviré eternamente...!!! 

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