sábado, 7 de junio de 2014

Carta para una Madre que ha perdido su Bebé ♥


Sé que no existen las palabras suficientes para consolar 
ante una pérdida tan grande, pero con mucho respeto y 
amor dedico esta carta a una madre que perdió
a su bebé 
de dos días de nacida. Espero que de alguna manera 
reciba consuelo y que a través de ella encuentre 
fortaleza.
Querida Mamá:
Sé que el momento que ahora estás viviendo no es el 
mejor. Que el dolor que sientes en tu corazón es difícil de 
calmar y que las ilusiones y los planes que habías 
construido para mí, ya no existen.
Mientras estuve en tu vientre sentí todo ese amor que 
tenías para mí. Sé que nuevos sentimientos, 
sensaciones y emociones experimentaste porque yo 
crecía dentro de ti. ¡Es tan maravilloso el vínculo que 
pueden tener las madres con sus hijos!
Sé también que todo estaba preparado para mi llegada, 
que rebosabas de alegría y esperanza. Pero a pesar de 
que nací, fue breve mi momento aquí en la tierra. Dios 
quiso que volviera al cielo y que tú desarrollaras una 
fortaleza más grande de la que crees tener. Porque tú 
eres tan especial y debes seguir viviendo tu vida.
Esto es solo una prueba difícil que te tocó atravesar, un 
desierto del cual en algún momento verás brotar el agua 
una flor. Si tú eres fiel a papito Dios un día me verás y
te reencontrarás conmigo en el cielo para juntos disfrutar 
de una vida eterna.
Yo quiero que seas feliz, que muestres al mundo esa 
hermosa sonrisa que tienes y que yo conocí. 
Recuérdame como algo lindo que tuviste por un tiempo 
breve pero hermoso, porque de alguna manera mi 
corazón sigue latiendo en ti. Y si yo sigo latiendo en ti es 
como estar vivo porque durante esos meses que estuve 
en tu vientre, tu desarrollaste mejores cosas en 
tu interior 
porque yo estaba allí y mi corazón lo sintió.
Verás que en todo este trayecto, Dios irá caminando 
junto a ti, tomándote la mano porque él te ama 
demasiado. Mamita, recuerda que llorar está permitido, 
pero rendirse, ¡JAMÁS! Sé que siempre me recordarás.
Es hora de marcharme, debo despedirme. Papito Dios 
dejó que yo dictara esta carta porque él es milagroso y 
está utilizando a una persona para transmitirte este 
mensaje. Te dejo muchos besos, cuídate mucho y 
recuerda que nos volveremos a ver algún día en el cielo 
celebrando las Bodas del Cordero.
De tu bebé que te ama.!!

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