Tropecé en la calle con un extraño que
pasaba, y le dije “perdón”. Él contestó:
“discúlpeme por favor; no la vi”.
Fuimos muy educados, nos despedimos y
seguimos nuestro camino. Más tarde, al estar
cocinando, estaba mi hijo muy cerca de mí. Al
voltear casi le pego, “Quítate” le grité. Él se
retiró sentido, sin que Yo notara lo duro que
le hablé.
Estando despierta al acostarme Dios me dijo
suavemente: “Trataste al extraño
cortésmente. Pero abusaste del niño que
amas. Ve a la cocina y encontrarás unas
flores en el piso, cerca de la puerta. Son las
flores que cortó y te trajo; son de colores:
rosa, amarilla y azul. Estaba calladito para
darte la sorpresa y no viste las lágrimas que
llenaron sus ojos”.
Me sentí miserable y empecé a llorar
. Suavemente me acerqué y me arrodillé junto
a su cama y le dije:
“Despierta pequeño, despierta; ¿son éstas las
flores que cortaste para mi?”
Él sonrió y dijo:
“Las encontré junto al árbol. Las tomé porque
son bonitas como tú, en especial la azul.”
“Hijo, siento mucho lo que hice, no te debí
gritar”.
Él contestó, “Está bien MAMI. Yo te quiero de todos modos.”
“Yo también te quiero y me gustan las flores
, especialmente la azul”.
Toma en cuenta que si morimos mañana, en
cosa de días la empresa cubre el puesto. Pero
la familia que dejamos sentirá la perdida por
el resto de su vida.
Piensa en ello, porque nos entregamos más al
trabajo que a nuestra FAMILIA.
No crees que es una inversión poco
inteligente..?
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