Pasas por una parada de autobús donde se encuentran tres personas esperando:
1. Una anciana que parece a punto de morir.
2. Un viejo amigo que te salvó la vida una vez.
3. El hombre ideal, o la mujer de tus sueños.
2. Un viejo amigo que te salvó la vida una vez.
3. El hombre ideal, o la mujer de tus sueños.
A cuál llevarías en el coche, habida cuenta que sólo tienes sitio para un pasajero?
Piensa muy bien tu respuesta antes de seguir leyendo. . .
Éste es un dilema ético-moral que una vez se utilizó en una entrevista de trabajo.
Podrías llevar a la anciana, porque va a morir y por lo tanto deberías salvarla primero.
O podrías llevar al amigo, ya que él te salvó la vida una vez y estas en deuda con él.
Sin embargo, tal vez nunca vuelvas a encontrar al amante perfecto de tus sueños.
Uno de los aspirantes en esa entrevista fue contratado (de entre 200 aspirantes) por su magnifica respuesta.
Quieres saber cuál fue?
QUÉ DIJO?
QUÉ DIJO?
Simplemente contestó:
“Le daría las llaves del coche a mi amigo, y le pediría que llevara a la anciana al hospital; mientras, yo me quedaría esperando el autobús con la mujer de mis sueños”.
Te gustó la historia?
Pues así es la vida, por ello debes de tener siempre muy presente aquella trillada frase de que:
“un problema planteado correctamente es un problema prácticamente resuelto”
La moraleja es que prestemos más atención a lo que hacemos, decimos o leemos, espero que te haya agradado la lección, y mejor aun, que te sea de utilidad.
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