CÁNCER es un signo que se agobia y sufre y se esconde tras su caparazón cuando
se siente en peligro, si, pero ¿qué hay de su lado más oscuro?
Ningún signo es ningún santo así que aquí está tu dosis de maldad, chico o
chica Cáncer.
Lo mismo puedes estar riéndote a carcajadas como si no hubiera un mañana que
llorando a mares y sumergido en la más profunda depresión. Así eres, variable
y con balanceos emocionales bipolares..
En ocasiones, te vuelves gruñón, susceptible y calculador ante la vida, ante las personas
y ante ti mismo.
Te puede llegar a irritar absolutamente todo.
Desconfías de la vida porque tienes miedo al dolor, y prefieres atacar antes de ser atacado,
cazar a ser cazado.
Puedes ser la persona más feliz en un instante de tu vida pero en cuanto te ahogas
con algún problema, por mínimo que sea, maldices tu presente, te quejas y te vas a
las profundidades sin freno.
Al rato, cuando has tocado fondo, te recuperas, y, probablemente, todo vuelve a ser normal,
como si nada hubiera pasado.
Al tiempo, vuelve a ocurrir lo mismo.
Así es tu vida, llena de vaivenes con tus estados de ánimo.
No se te olvidan las cosas desagradables que han dicho de ti, en la mayoría de veces ni
olvidas ni perdonas. Lo sabes.
Si en algún momento sale a la luz algo del pasado lo recuerdas como si lo hubieses vivido
hace unas horas.
Eres capaz de reabrir el asunto porque para ti, nada está cerrado definitivamente.
La gente que te acaba de conocer piensa que eres tímido y reservado pero sólo eres
prudente con algunos por miedo a que utilicen información en tu contra.
En muchas ocasiones, eres de los que arriesga sin temor a nada, te lanzas aunque sepas
que vas cuesta abajo y sin frenos y no miras a los dos lados antes de saltar y eso a veces
pasa factura. Pero, tú, tienes que intentarlo todo. ¿No hay mucho que perder no?
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