miércoles, 10 de septiembre de 2014

Renovación del Águila...



El águila, es el ave que posee la mayor longevidad de su especie.


Llega a vivir 70 años.
Pero para llegar a esa edad, a los 40 años de vida tiene que tomar una seria decisión.

A los 40 años:
Sus uñas curvas y flexibles, no consiguen agarrar a las presas de las que se alimenta.
Su pico alargado y punteagudo, también se curva.
Apuntando contra el pecho están las alas, envejecidas y pesadas por las gruesas plumas. 

¡Volar es ahora muy difícil!

Entonces el águila, tiene sólo dos alternativas: Morir, ..... ó enfrentar un doloroso proceso de renovación que durará 150 días.

Ese proceso consiste en volar hacia lo alto de una montaña y refugiarse en un nido, próximo a una pared, donde no necesite volar.

Entonces, apenas encuentra ese lugar , el águila comienza a golpear con su pico la pared, hasta conseguir arrancárselo.

Apenas lo arranca, debe esperar a que nazca un nuevo pico con el cual después, va a arrancar sus viejas uñas.

Cuando las nuevas uñas comienzan a nacer, prosigue arrancando sus viejas plumas.

Y después de cinco meses, sale victorioso para su famoso vuelo de renovación y de revivir, y entonces dispone de 30 años más.

A veces nos preguntamos:

¿ Por qué renovarnos ?

En nuestra vida, muchas veces, tenemos que resguardarnos por algún tiempo y comenzar un proceso de renovación. 

Para que reanudemos un vuelo victorioso, nos debemos desprender de ataduras, costumbres y otras tradiciones del pasado.

Hoy somos muchos los que desearíamos una segunda oportunidad:

Una segunda oportunidad, para modificar la tarea que al concluirla, vemos que los resultados no fueron los esperados, o para corregir los errores, programar de una manera distinta las estrategias o planes de acción de nuestra vida.

Una segunda oportunidad, para dar otro orden de prioridades a la atención de la familia, los asuntos espirituales, el trabajo, los amigos, etc.

Una segunda oportunidad, para tener un carácter distinto, que nos permita escuchar más a los demás y sobre todo al Señor, en lugar de creer que solamente nuestras ideas y criterios son los mejores.

Una segunda oportunidad, ¿será posible? .

En algunos casos, lamentablemente no. Pero como en las águilas, por la misericordia de nuestro buen Dios, y si tenemos una disposición de humildad y ferviente deseo de que se produzca una verdadera "transformación y renovación"... será posible.

Necesitaremos como las águilas, reconocer nuestra situación, saber que Dios puede modificar cualquier adversidad. Debemos tener un espíritu de constancia y fuerza para el cambio. Entonces, y sólo entonces tendremos "una segunda oportunidad", pero gozando del fruto del Espíritu Santo que es: gozo, paz, paciencia, mansedumbre, templanza, bondad, esperanza, amor, fe.

Solamente libres del peso del pasado , podremos aprovechar el valioso resultado de una renovación.




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